Bolsa

Una opv (siglas correspondientes a Oferta Pública de Venta) es la salida a Bolsa de una entidad. Como norma general, en cualquier OPV se fija una valoración de la empresa que sirve para establecer el valor de salida de cada acción y el límite máximo de acciones a asignar a cada inversor. Después, será el propio mercado y los potenciales accionistas los que determinen el éxito de la operación: si todo marcha correctamente, los títulos se ‘colocarán’; si no, la empresa puede corregir la valoración a la baja o, en el peor de los casos, suspender la OPV.

Para que un inversor decida si es conveniente entrar en una OPV y comprar acciones de una compañía, conviene que se fije en cosas como su política retributiva de dividendos, la valoración de los analistas o las perspectivas a futuro de la entidad, que se suele traducir en nuevos contratos, concesiones, informes económicos o la situación que tiene en su sector respecto a la competencia.

En 2011, la reestructuración bancaria dio como resultado la llegada a la Bolsa de Bankia y Banca Cívica, por medio de dos de las mayores OPV realizadas en España desde la llegada de la crisis. Por medio de ellas, ambas entidades ofrecieron al público inversor un activo financiero emitido –en este caso, acciones, aunque también pueden ser obligaciones o pagarés, por poner dos ejemplos-, que posteriormente comenzaron a cotizar en el mercado de renta variable. En el caso de Bankia, el perfil aparentemente conservador de sus clientes y la excesiva presencia de accionistas relevantes hicieron al valor en un principio tener un comportamiento excesivamente rígido, es decir, no fluctuar demasiado y mantenerse estable en su cotización.

El Ibex-35 es el principal índice de referencia bursátil en España y uno de los más consultados a nivel internacional. A lo largo de sus veinte años de vida su capitalización se ha multiplicado por seis. El Ibex se puso en marcha en enero de 1992, con una capitalización cercana a los 46.000 millones de euros. Según datos a cierre de 2011, supera los 321.000 millones. Seis empresas (Telefónica, Santander, Iberdrola, BBVA, Repsol e Inditex) acumulan más de 70% de su valoración.

Su principal característica es que se trata de un índice ponderado, porque no todas las empresas tienen el mismo peso, sino que se valoran en función de la liquidez que poseen en el Sistema de Interconexión Bursátil (SIBE) en las cuatro principales Bolsa españolas: Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao. Su gestión corresponde a Bolsas y Mercados Españoles (BME).

La mayor caída del Ibex en una sola jornada se produjo en octubre de 2008, cuando se dejó en el camino un 9,14%, perdiendo la barrera psicológica de los 9.000 puntos. Curiosamente, y según los datos históricos que se poseen, es la mayor caída de la bolsa española desde noviembre de 1987. Durante ese año 2008, el Ibex vivió su curso más negro, dejándose un 39,8%.

Por el contrario, el 10 de mayo de 2010 fue una jornada histórica para el Ibex, tras la movilización de 750.000 millones de euros que impulsó Bruselas para evitar la caída del euro. El Ibex respondió subiendo un 14,63%. La segunda jornada en revalorización del índice llegó el 13 de octubre de 2008, cuando el G7 acordó un paquete de medidas para nacionalizar y recapitalizar la banca, mediante la concesión de avales que agilizasen el mercado interbancario. La subida fue de un 9,14%, con las acciones de Santander y BBVA revalorizándose por encima del 12%.


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