Tener una idea o ser un gran emprendedor puede a veces no ser suficiente si no logramos encontrar un socio adecuado para financiar nuestro proyecto y compartir riesgos derivados de la gestión. Te apuntamos algunas claves para que elijas tu compañero de viaje empresarial adecuado y que, de esta manera, tu negocio despunte como esperas.

Aunque no lo creas, grandes empresas e ideas se han ido al traste por desavenencias entre los socios. Y es que elegir los miembros con los que vas a compartir tristezas y alegrías de tu negocio es una de las tareas más difíciles en el mundo empresarial.

Asociarse con alguien puede convertirse en la mejor inversión de futuro, mucho más que una cuantiosa inyección económica o el cierre de un suculento contrato. Veamos tres claves principales que lo explican:

  • Se reparte el riesgo financiero, otorgándonos un mayor colchón de comodidad económica.
  • Crecen las posibilidades de innovación y creatividad, al doblarse las ideas y estrategias de la compañía.
  • La gestión se reparte, las posibilidades de centrarse sólo en las tareas de trabajo de la empresa, también.

Si tienes decidido aliarte con un socio, ten en cuenta también los siguientes aspectos para acertar:

  • Apuesta por alguien que sea complementario a ti. SI no tienes experiencia financiera, alíate con alguien que sí la tenga.
  • Intentad que al menos uno de los dos tenga experiencia previa en el mundo de los negocios.
  • Confianza, confianza y confianza. Entre tu socio y tú no debe haber silencios y deben poder compartirse las ideas libremente.
  • Buscad el equilibrio. Que ambos trabajéis el mismo número de horas y podáis compaginar vida profesional y familiar.

¿Tienes ya decidido quién puede ser tu socio ideal? Enhorabuena, pero toma buena nota de estos tres errores bastante frecuentes que suelen ocurrir a la hora de asociarse con alguien:

  1. Busca la química con tu socio. A veces es mejor entenderse con alguien aún en la distancia que tener que estar consultándolo todo a cada paso.
  2. Que exista el mismo compromiso de trabajo y una voluntad semejante por sacar adelante el negocio.
  3. Cuídate de buscar aliados entre amigos cercanos o familiar. Negocios y sentimientos no suelen casar tradicionalmente demasiado bien.

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