Financiacion

Aunque parezca demagogia, el acceso al crédito cada vez parece estar más difícil para pymes y start-ups sin que logre vislumbrarse una solución en el corto plazo. La reestructuración financiera de bancos y cajas de ahorros y, sobre todo, la incertidumbre que sobrevuela desde hace tiempo la economía española, ha cortado de raíz las líneas de crédito para muchas empresas, poniéndolas en una situación muy difícil. Sin embargo, a día de hoy hay multitud de alternativas a la vía bancaria que pueden ayudar a sostener el flujo de caja de las compañías y catapultarles hacia la senda del crecimiento aún en la coyuntura actual.

Un año después de la llegada del actual Gobierno al poder, las promesas sobre medidas de ayuda a los emprendedores parecen, cada vez más, mero papel mojado. El enésimo intento por hacer de España un lugar propicio para el germen de nuevos proyectos de negocio mantiene las mismas trabas burocráticas y financieras de siempre, pendientes, como estamos, de esa eterna Ley de Emprendedores que algún día verá la luz.

Sin embargo, justo es decirlo, el Ejecutivo han tomado algunas decisiones que pueden beneficiar a las pymes, siempre y cuando tengamos claro sus pros y contras. A saber:

  • Deducción del fondo de comercio. Es la diferencia entre el valor en libros de una compañía y lo que finalmente se acaba pagando por ella. Su importe puede deducirse del Impuesto de Sociedades. Se ha cambiado el límite máximo anual de esta deducción, del 5% al 1%. El objetivo es evitar la quiebra o reorganización de empresas, fomentando que se mantengan las estructuras aún en épocas de crisis como la actual.
  • Libre amortización. Se acabó el que cada emprendedor pueda decidir qué importe en nuevos activos fijos deducía del Impuesto de Sociedades. A partir de ahora, sólo podrán deducirse estas cantidades aquellas empresas que creen empleo mediante este tipo de inversiones.
  • Gastos financieros. Ya no serán deducibles en un ejercicio los gastos financieros que excedan del 30% del resultado operativo (antes de tener en cuenta intereses, impuestos y amortizaciones). La cantidad que no haya podido deducirse, se guardará, pudiendo aplicarse durante los 18 ejercicios siguientes.
  • Límite de deducciones. Servirá para reducir el importe que las empresas pueden deducirse por conceptos diversos. Hasta ahora, su límite actual era del 35%, pero ahora se reduce hasta el 25%. El objetivo es que los balances de las empresas sean lo más objetivos y reales posibles, aunque se ha criticado que así se corta sus previsiones de crecimiento.

Desde numerosas entidades de empresarios y emprendedores, se ha criticado abiertamente la falta de proactividad del Gobierno para la creación de nuevas empresas. Sin embargo, la Administración aduce que, aún dentro de la adversa coyuntura actual, ha logrado llevar a cabo medidas que reactiven la puesta en marcha de start-ups. Por el momento, lo cierto es que las compañías han consensuado que les es más complicado mantener unos niveles estables de liquidez, que no ven coherente tener que adelantar las liquidaciones en el iva y que se está fomentando la morosidad y, por tanto, condenando a la quiebra a las entidades más frágiles.

Alternativas a la financiación bancaria

No todo van a ser malas noticias. Muchas empresas han abandonado la idea de recurrir a la financiación tradicional mediante una línea de crédito para dar la opción a otras vías:

  • Capital riesgo. Permitir que un fondo de inversión entre en el accionariado, permitiéndole tener cierta supervisión sobre la gestión de la compañía. Esta opción se está imponiendo cada vez más en sectores como la biotecnología o internet, y tiene una vigencia media de entre 5 y 7 años. Pasado ese tiempo, el fondo suele estar dispuesto a vender y obtener su correspondiente beneficio, o estar dispuesto a iniciar una nueva ronda de financiación si la empresa marcha bien y desea seguir creciendo.
  • Business angels. Ideal para nuevos negocios, que buscan además de fondos, experiencia y contactos, que pueden aportar estos mecenas especializados en determinados sectores. Casi 2.000 proyectos se financian cada año en España a través de esta fórmula, que permite a los emprendedores disponer de un mayor margen de tiempo para luego hacer frente a la devolución de la inversión. Un buen plan de negocio y productos relacionados con las nuevas tecnologías suelen ser la combinación ideal para encontrar la ayuda de un business angel.
  • Mercado alternativo bursátil. El MAB se creó en 2009 para servir a las pymes que quieren recurrir a los mercados de renta variable, pero no cuentan ni con el tamaño ni con los recursos de las grandes compañías. Suele ser muy útil para una empresa que quiere crecer internacionalmente, aunque cuenta con el problema de que aún no parece haber calado demasiado bien entre los inversores. En el futuro, se prevé que sea mucho más dinámico, como ocurre en países como Francia o Inglaterra.
  • Mercado Alternativo de Renta Fija. Es, por el momento, el único intento riguroso del Gobierno actual por incentivar el acceso a la financiación para las pymes. A través del futuro MARF, se intentará conseguir que las empresas solventes y sanas puedan acceder a liquidez atrayendo el capital de inversores institucionales como fondos de pensiones, de inversión, bancos, entidades financiaras o grandes patrimonios.

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