El auge en la creación en empresas y start-ups debido a la coyuntura actual no debe llevarnos a engaño: hacer realidad tu proyecto de negocio es algo más complicado de lo que parece si queremos hacerlo bien. Sentar las bases que te llevan al éxito en el futuro exige plantearse muy seriamente cada detalle de tu idea, como si de una obra de arte se tratara. La meta a lograr es, nada más y nada menos, que la libertad financiera, personal y hasta moral que el trabajo por cuenta ajena no te brinda a día de hoy.
Te lo habrán dicho hasta la saciedad pero, no por ello, deja de tenerlo siempre presente en cada uno de los pasos que des: un buen plan de negocio significa la diferencia entre el premio de hacer las cosas bien y el fracaso. Tómatelo como algo así como el plan maestro de tu obra. En él detalla la contabilidad, los aspectos logísticos, los gastos fijos y variables, un análisis somero del sector en el que vas a trabajar y tus rivales, los elementos innovadores de tu negocio y qué vas a aportar en la economía llevándolo a cabo…
Cómo elaborar un adecuado plan de negocio
Una adecuada planificación inicial te ayudará una vez esté puesto en funcionamiento tu negocio a basar tus decisiones empresariales futuras. Te servirá, además, para poder realizar tus presentaciones corporativas e, incluso, como tarjeta de presentación frente a clientes, inversores y hasta socios potenciales. Imagínatelo: comienzas a dar tus primeros pasos, no tienes bagaje ni experiencias de éxito en los que basar la calidad de tu trabajo, pero tienes que demostrar que lo que ofreces es bueno e interesante para tus suscriptores.
En ese caso, ofrecer las proyecciones de crecimiento de tu empresa te granjeará consideraciones positivas y hasta es muy posible que encuentres stakeholders que confíen en ti.
Eso sí, conviene que tengas en cuenta lo siguiente antes de lanzarte a elaborarlo:
- Análisis de riesgo. Básico para comprender la rentabilidad de tu proyecto. Sé objetivo, elabora una lista completa de gastos lo más prolija posible, no te engañes a ti mismo y haz de tus cuentas una fotografía fiable. Es esencial que la cuenta de pérdidas y ganancias que presentes incluya cada elemento que pueda tener una influencia en tu compañía.
- Financiación. ¿Acaso tienes dudas de que se trata este de un elemento esencial? Agrupa todas tus necesidades financieras en distintas partidas y elabora una lista con todos los potenciales inversores que puedes llegar a tener a tu disposición (entidades bancarias, prívate equity, business angels, administraciones públicas…). Por supuesto, también has de tener muy presente tus propios recursos financieros y destinarlos a reservas de cara a posibles contratiempos o necesidades de liquidez futuras.
- Elementos técnicos. Incluyen desde el emplazamiento físico de tu oficina, a los servicios subcontratados que tengas (luz, teléfono, agua, alquileres), pasando por las dimensiones y gastos de personal, los costes de las operaciones o el mismo estudio administrativo-legal. Un estudio concienzudo de marketing también es básico para dar a conocer tu marca, y más a día hoy en que las redes sociales e internet juegan un rol fundamental.
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