Vino, jamón, aceite, queso… España puede presumir de poseer un sinfín de productos tradicionales de primera calidad. Sin embargo, muchos de ellos no llegan a todos los rincones del planeta por diferentes motivos, pero, sobre todo, por la falta de emprendedores que apuesten por ellos. Toma buena nota y aprende de la experiencia de otros emprendedores pioneros que ya obtuvieron réditos gracias a su ingenio y a su audacia. Aprovéchate de las nuevas tecnologías y las últimas técnicas comerciales para sacarle el mayor rendimiento a nuestros productos más tradicionales.
Vende por Internet: Lánzate al ciberespacio. Portales como Ebay cada vez ganan más peso dentro como vehículos comerciales globales. En 2009, las empresas españolas vendieron en la Red más de 110.000 jamones a Alemania, por valor de 1,8 millones de euros.
El Estado, un gran apoyo: La unión te hará más fuerte, así que nada mejor que intentar llegar más lejos mediante alianzas comerciales con las herramientas que el Gobierno pone a disposición de los emprendedores. En Hong Kong, por ejemplo, España y el Ejecutivo de esta región asiática firmaron hace unos años un Memorando de Entendimiento para promover el negocio del vino. Según el ICEX, el objetivo es hacer de Hong Kong “el centro de distribución de caldos españoles para China Continental y la región Asia-Pacífico”.
Márketing a gran escala: Vigila muy de cerca a tus rivales visitando todas las ferias de tu sector que se organicen, tanto a nivel local como internacional. Las embajadas suelen ser un buen vehículo para encontrar información, beneficiarte de suculentas ofertas de viajes y alojamiento, e, incluso, asesorarte para realizar acciones promocionales en otros países. Más de una treintena de bodegas españolas son participantes habituales del Salón de Vinos y Productos Gourmet de Moscú, el principal evento gastronómico de Rusia. Esto es posible gracias a la intermediación de oficina económica y comercial de la embajada de España en Moscú.
Si no puedes con tu enemigo…: No siempre ir por libre es la mejor solución. A veces, para entrar en mercados desconocidos es conveniente aliarte para hacer frente con mayor solvencia a los problemas que vayan surgiendo.
Gana clientes desde su estómago: Si tu producto es bueno, ¿qué mejor que mostrárselo al público? Realiza catas en los nuevos mercados a los que pretendas llegar, procurando buscar alguna cadena de distribución que te sirva de plataforma para tu despegue comercial. Hace unos años, la Oficina Comercial de España en Nueva Cork puso en marcha la campaña de promoción ‘Discover the delicious flavors of Spain’, en la que se obsequiaba a los visitantes con tapas de jamón. queso manchego, tortilla de patata y paella. Los supermercados de la cadena Balducci’s sirvieron de anfitrión para una acción comercial que duró un mes y que resultó todo un éxito.
Dónde acudir
Ganas de trabajar, un producto que estás seguro de que logrará triunfar, una posición empresarial saneada… Sí, parece que lo tienes todo para lanzarte a exportar, sin embargo, aún te quedan algunos pasos que dar, como, por ejemplo, realizar un pormenorizado análisis del mercado al que te piensas dirigir, obtener los permisos arancelarios necesarios o llegar a tu nuevo público objetivo a través de innovadoras campañas promocionales. De estas y de otras cuestiones se encarga el Instituto de Comercio Exterior (ICEX), que desde 1982 se dedica a asesorar a las empresas españolas que desean lanzarse a la aventura exterior. Es decir, que puede ser tu máximo apoyo a la hora de estudiar tus posibilidades de éxito, el nivel de financiación que vas a necesitar y cómo conseguirla, y tu fuente de información acerca de las mejores oportunidades comerciales. Para lograrlo, cuenta con diversos programas de ayudas y subvenciones dirigidos a las pymes españolas como el APEX (Aprendiendo a Exportar) o el PIPE (Plan de Iniciación a la Promoción Exterior.
Pero estate atento porque todavía hay más. En 2006, el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio puso a disposición de los emprendedores más audaces P4R, un organismo que se ocupa de la planificación, gestión y ejecución de proyectos en países en vías de desarrollo, brindando asesoramiento comercial y financiero. “Nuestra labor es identificar las mejores oportunidades de negocio en el exterior para las empresas españolas”, asegura Carmen Rodríguez, presidenta de P4R. Entre sus cometidos está el de asesorar a las pymes cuando desean instalarse en un país, buscarles socios locales para asentarse, intermediar en las relaciones con las autoridades locales y asistirles en la negociación de los contratos. En octubre, su cartera de operaciones era de 118 y sobrepasaban los 10.000 millones de euros.
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