A menudo, cuando se empieza un negocio el exceso de entusiasmo termina por hacernos creer que tendremos éxito en cualquiera de los escenarios futuros que se nos presenten. Sin embargo, ocurre con frecuencia que las dificultades que encontramos en los primeros momentos de nuestro negocio acaben por llenarnos de dudas y, finalmente, por llevarnos al fracaso y a desistir de nuestros sueños.

Por eso, cabe tener siempre en nuestro horizonte al menos un decálogo de máximas a cumplir, y que sean nuestro referente no sólo en los buenos, sino, sobre todo, en los malos momentos. Unas breves pinceladas que nos recuerden siempre que no sólo conviene centrarnos en lo urgente que nos atañe, sino valorar en la medida de lo posible lo importante de nuestra empresa.

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  4. No ser objetivos a la hora de elaborar nuestro plan de negocio, elaborando presupuestos erróneos
  5. Diseñar equivocadamente el plan de Marketing, fijándonos más en el producto antes que en el propio mercado
  6. Seleccionar mal a nuestro público objetivo, afectando gravemente nuestra Cuenta de Resultados
  7. Confundir una buena idea con una oportunidad
  8. No informarse bien de las ayudas y subvenciones a las que podemos tener acceso
  9. Gastarse demasiado dinero al principio sin tener una adecuada cobertura de ingresos
  10. No concentrarse en crear valor