Elegir proveedores es una de las decisiones más importantes para una empresa, que puede llegar a convertirse en decisiva en una start-up, sobre todo si está enfocada al e-commerce.

Factores como la calidad de los productos o el tiempo de espera entre que se realiza un pedido y se recibe son determinantes a la hora de ofrecer una mercancía al cliente final, y que puede servir para marcar las diferencias respecto a la competencia.

Te ofrecemos los siguientes consejos para poder encontrar al mejor proveedor posible.

Saber elegir. Tómate todo el tiempo que sea necesario a la hora de elegir a tus proveedores. Las prisas no son buenas consejeras en absoluto, y menos aún cuando nos referimos a elegir a las empresas que se van a encargar de suministrarte los productos necesarios para tu negocio.

A continuación, te identificamos las siguientes fuentes a la que puedes recurrir para encontrar los proveedores que mejor convengan a tu empresa:

  • Internet
  • Páginas amarillas
  • Prensa, radio y televisión
  • Publicaciones especializadas
  • Informes de bancos y cajas de ahorro
  • Asociaciones empresariales
  • Cámaras de Comercio
  • Bases de datos de organismos públicos
  • Recomendaciones de amigos, clientes, especialistas…

Infórmate. Una vez has hecho tu elección, averígualo todo sobre tu proveedor. Será casi un socio para ti, por lo que mejor tener todo en tu mano para luego no llevarte sorpresas desagradables. Recurre a organismos públicos, como el Registro Mercantil, y no te olvides de recurrir a internet y al boca a boca que te pueden dar expertos del sector.

No pienses sólo en el coste… A menudo, debido a los estrechos márgenes en que se mueven los negocios hoy en día, tendemos a pensar que hay que apostar preferentemente por los proveedores más baratos. Pero hay otros muchos factores en los que debes fijarte, como las facilidades en los pagos, la localización o las garantías que ofrecen, por ponerte sólo algunos ejemplos.

…Pero ten presentes los precios. Aprende a negociar las tarifas con tus proveedores y no dudas en jugar el comodín de pedir presupuestos a la competencia. En el caso de que los precios sean más competitivos, renegocia tus condiciones o cambia de proveedor. ¡Puede ser tu negocio el que esté en juego!

Hazte un nombre. Gozar de cierta reputación en tu sector o poseer una cartera interesante de clientes puede allanarte bastante el camino y posicionarte en mejores condiciones para negociar tus condiciones. Visita ferias, trabaja tu presencia online y sé constante en trabajar tu reputación y valores de marca.

No a los cargos suplementarios. A veces puedes topar con algún proveedor que quiera aprovecharse de la fragilidad de una nueva compañía y quiera incluirle cláusulas con cargos extra por el transporte de las mercancías o por alcanzar determinados volúmenes de pedidos. Huye de ellos, definitivamente encontrarás algún proveedor más adecuado.

¿Por qué no mirar fuera? Vivir en una aldea global posibilita que puedas fijarte en proveedores de países tan alejados como China o India. Aunque no lo creas, a veces sus precios resultan más competitivos que los de los propios locales. Ahonda en esta posibilidad para cubrir el mayor abanico de opciones posible.

Y ya, por último, una simple consideración. Establece desde el primer momento una relación profesional aunque cordial con tu proveedor, sentando las bases de un trato consolidado y que pueda extenderse en el tiempo. Ambos os necesitáis para sobrevivir y por ello deberéis trataros del mejor modo posible. En juego puede estar tu propio éxito como empresario.


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